sábado, 12 de noviembre de 2016

El Servicio Meteorológico Nacional en la Antártida




La Antártida es un motor clave en la circulación global de la atmósfera y los océanos, y su estudio nos permite comprender mejor los procesos climáticos y sus efectos en todo el planeta. Por eso, desde 1904, el Servicio Meteorológico Nacional realiza observaciones meteorológicas, mediciones e investigaciones posicionando a la Argentina como uno de los actores mas importantes en materia climática antártica y global.




¿Qué pasaría si el hielo de la Antártida se derritiera?



En las estaciones meteorológicas se registran variables atmosféricas como temperatura, presión, viento, etc. en la superficie terrestre. Para conocer el estado de la atmósfera también es muy importante registrar estas variables en distintos niveles de altura. Para esto, el SMN realiza globosondeos. ¿Sabés cómo hacemos?

¿Qué sucede cuando un volcán emana cenizas a la atmósfera?

Fuente


lunes, 31 de octubre de 2016

Antes que sea Tarde | Episodio completo | Nat Geo







National Geographic - Canal Youtube Mecatronicatv (31-oct-2016), Antes que sea Tarde Episodio completo Nat Geo español latino, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=a07su4S3bN4

si no puedes verlo entra a este en este otro enlace 


Nat Geo Latinoamérica (30- oct- 2016), Antes que sea tarde, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=4xEYOMXdGe8&feature=youtu.be

Recomiendo ver las siguientes publicaciones del blog:
  1. Expedición Argentina Polo Norte 2016
  2. Expedición al Polo Norte: una hazaña para alertar sobre el cambio climático
  3. Aumento de la lluvia, Comprueban la influencia humana
  4. La Huella de carbono
  5. Glaciares y el Cambio Climático
  6. Antártida y Cambio Climático
  7. Trabajo Científico en la Base Carlini, ex Jubany
  8. Base Marambio, Cambio Climático
  9. Creatividad en Educación Ambiental

Base Carlini, 2016



Base Carlini: La noche de los museos-2016 from alicia on Vimeo.

Excelente material que te invita a recorrer la base y ver los trabajos que se realizan tanto en las mejoras de las instalaciones como en las investigaciones científicas durante el 2016.



Video preparado para "La noche  de  los museos" por la dotación 2016 de la Base Carlini, cuyos integrantes se encuentran  en la Antártida actualmente. Además, este material fue compartido para divulgarlo por sus autores, por lo tanto, con el permiso de ellos se subió  a diferentes redes sociales.

Para saber más sobre la Base Carlini se recomienda ver:

jueves, 20 de octubre de 2016

Castor: “especie exótica invasora”



Es primavera pero en Ushuaia amaneció nevando. Se supone que acá, en el Parque Nacional Tierra del Fuego, debería haber un bosque tupido de lengas de más de un siglo de vida. 
Pero en este lugar parece que alguien hubiera puesto una bomba: hay árboles que murieron de pie, hay árboles de los que sólo queda un tronco mutilado que llega a la rodilla y hay árboles ahogados en el agua quieta.

Foto Fernando de la Orden
"Los árboles talados de la noche anterior se esparcen sobre la tundra como lápices a los que les acaban de sacar punta. (...) Son ejemplares maduros de especies valiosas de la Patagonia: lengas, ñires y coihues. Otra tanda de troncos y ramas flota sobre el río y se interpone en el curso natural de las aguas formando diques que podrían haber sido construidos por un ingeniero civil." (Elguezábal)


Plaga de castores en Tierra del Fuego (Foto de Fernando de la Orden)
“El castor roe el árbol hasta que lo derriba, luego lo troza y lo usa para alimentarse y para construir su madriguera” (Schiavini)

El desmonte y las obras sobre el agua son labores que, en las zonas más australes de Chile y la Argentina, desarrolla desde hace seis décadas el castor, un animal simpático, inteligente y habilidoso que se procrea en la región. Se caracteriza por construir diques, creando estanques en los cursos de agua donde se aloja, lugar en el que construyen su casa y depósito de reserva alimenticia. Su dieta es a base de corteza y ramas de lenga, guindo y ñire. También consume vegetación arbustiva y herbácea. En cada una de estas colonias viven, entre padres e hijos, un promedio de 5 a 7 castores. Su mayor actividad es durante el otoño, época en la que realizan el acumuló de alimentos para el largo invierno que deben afrontar. Y fue introducido por el Ministerio de Marina en la zona noroeste del Lago Fagnano, en la cuenca del río Claro, en Tierra del Fuego.

“En 1946, trajeron 20 castores de Canadá con la idea de fomentar la industria de las pieles. Pero acá, los castores no se encontraron ni con osos ni con lobos, los depredadores que tenían allá, y empezaron a multiplicarse y a expandirse”, explica el biólogo Adrián Schiavini, investigador del Conicet y a cargo de la Estrategia Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras. 

Estos animales llegaron a la Argentina en avión: procedentes de la provincia de Alberta fueron trasladadas en un aparato de la Fuerza Aérea Argentina fletado especialmente. En aquella época se pensaba que la introducción de la especie podría ser un buen negocio por la cotización que tenían las pieles en el mercado internacional. Antaño no se tuvo en cuenta que los animales carecerían aquí de los predadores naturales que equilibran su población en el hemisferio Norte. El resultado es que se han reproducido como en ningún otro lugar en la Tierra. El intento por mantener a la población controlada fracasó porque se dispersaron siguiendo los cursos de agua y poblaron agresivamente la región.


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El descontrol fue tal que aquellos 20 castores hoy son, por lo menos, 100.000 y ya afectaron una superficie de bosque equivalente a dos veces la Ciudad de Buenos Aires. Por eso, fueron catalogados como “especie exótica invasora”: algo raro de escuchar para el turista que llega a una provincia en la que el “Cerro Castor” es uno de sus grandes atractivo turísticos.

Durante 35 años su caza estuvo prohibida. En ese tiempo los animales se reprodujeron, cambiaron el curso de los ríos, derribaron árboles centenarios e inundaron bosques. En 1994 detectaron que no sólo habían tomado todas las cuencas de la isla y las adyacentes, también cruzaron el Estrecho de Magallanes y alcanzaron la Península Brunswick, ya en territorio continental de Sudamérica. Hoy en Tierra del Fuego hay más castores que habitantes.


El control del castor en Tierra del Fuego: el castor canadiense es una plaga en Tierra del Fuego. Produce un impacto muy amplio sobre los bosques y otras especies del ecosistema Patagónico. Pablo Kunzle, guardaparque, nos habla de la difícil tarea para un amante de la naturaleza de tener que matar un animal


El castor cuando tumba cada árbol, lo troza y arma diques que cortan el flujo del agua, “por lo cual, lo que era un arroyo de montaña se convierte en una serie de embalses de agua quieta y muchos seres vivos que vivían ahí dejan de poder moverse”, comenta Schiavini. No es un arroyo o un río aislado: el 95% de las cuencas de la provincia ya fueron colonizadas. Hace ocho años se realizó un estudio para erradicar al castor de la Patagonia e impedir su avance al continente. Los investigadores concluyeron que la eliminación del roedor era urgente y prioritaria. Además de afectar la flora, sus diques cortan caminos, afectan a la ganadería y agricultura de la zona.

Erio Curto, Biólogo y Director de Áreas Protegidas de Tierra del Fuego habla de tiempos: “Puede cortar un árbol pequeño en horas y un árbol grande en días. Hablamos de árboles de 100, 150 años de vida”. Y a diferencia de lo que pasa en Canadá, donde los árboles vuelven a crecer, la lenga no rebrota. Acá, estos troncos delgados y grises, estáticos y con el agua al cuello, son los brazos en alto de los árboles que murieron ahogados cuando los castores alteraron la escena: voltearon árboles de ribera, provocaron el desborde de los arroyos, inundaron todo.



Pero los daños no se limitan a las lengas, los ñires y los guindos. Este verano destruyeron en semanas un puente de madera que habían hecho para llegar a un centro de esquí (y que había costado 50 mil pesos). “Puede cortar una pista de sky también porque se llevan los árboles e inundan el lugar. También las rutas. Para la mente del castor, un terraplén con una alcantarilla es un dique casi hecho. Tapan el agujero, eso se llena de agua y la ruta se inunda. Llevar una máquina y deshacer todo eso cuesta unos 30 mil pesos, y encima te vas y el castor lo hace de nuevo en 2 o 3 semanas”, dice Curto. También son una amenaza para el agua de consumo porque pueden tener enfermedades o parásitos que, cuando defecan u orinan, quedan en el agua.

Lo primero que quisieron hacer fue controlar la especie: que los vecinos los cazaran, vendieran las pieles y cobraran por cola. “Pero no funcionó porque lo hacían como un hobby o para tener ingresos extra. Y sólo cazaban cerca de los caminos, nadie se metía al bosque y caminaba tres días con el frío que hace acá”, dice Curto. Hasta que vieron que los castores ya habían salido de la isla y habían nadado hasta Punta Arenas. Entendieron que si no le ponían un punto final había un riesgo de que invadieran el continente, se desparramaran por la cordillera y llegaran, por lo menos, hasta Neuquén.

Lo que ahora empieza, entonces, es un programa piloto –coordinado por el ministerio de Ambiente de la Nación y la provincia de Tierra del Fuego– en ocho áreas específicas. ¿Qué buscan? Por primera vez, intentarán erradicarlos y restaurar después los ambientes afectados.

Esta semana comienza el “cásting”: entrenarán a varias personas hasta elegir a las 10 mejores que irán a buscarlos: gente de campo, guías de montaña acostumbrados a andar en el frío extremo, gente que se banque meterse en helicóptero en los bosques y quedarse varios días con temperaturas bajo cero, cazándolos y registrando todo, hasta que no quede ninguno. Chile hará lo mismo: es la primera vez que dos países van a trabajar juntos para frenar el avance de la invasión. El plan será implementado por la FAO, un organismo especializado de la ONU.

Irán con trampas –que les dan un golpe en la cabeza y aseguran una muerte rápida–, y será una tarea titánica: “Hay una o dos colonias de castores cada kilómetro de río. Esperamos tener buenos resultados en 10 o 15 años”, dice Schiavini. La idea es que en este embalse de árboles asfixiados vuelva a haber pasto y árboles naciendo. “Si este bosque vuelve a ser lo que era, yo no lo voy a ver: para eso faltarán otros 70, 80 años”, sigue. ¿Habrá que pensar en un nuevo nombre para el Cerro Castor, entonces? “No –cierra–. Si algún día alguien pregunta por qué el cerro se llama Castor querrá decir que hemos ganado la batalla”

Fuentes:
  • Sousa Dias, G (19-OCT-2016), Los castores del Sur están fuera de control y por primera vez buscarán erradicarlos, Clarín, disponible en http://www.clarin.com/sociedad/castores-Sur-primera-buscaran-erradicarlos_0_1671433005.html
  • Sousa Dias, G (19-OCT-2016), Los castores del Sur están fuera de control y por primera vez buscarán erradicarlos, [archivo de video], disponible en http://www.clarin.com/sociedad/castores-Sur-primera-buscaran-erradicarlos_3_1672062794.html
  • De Masi, V (15-jun-2015), En Tierra del Fuego el castor no tiene freno y ya amenaza a Bariloche, Clarín, disponible en http://www.clarin.com/sociedad/castor-plaga-avance-sin_freno-erradicacion-tierra_del_fuego-bariloche_0_1376262379.html
  • Elguezábal, S (Sf), Castores canadienses, Selecciones Reader´s Digest, disponible en https://ar.selecciones.com/contenido/a938_los-castores-canadienses-en-chile-y-argentina
  • Mamíferos de Tierra del Fuego, disponible en http://www2.medioambiente.gov.ar/sian/tfuego/fauna.htm 
  • Secretaría de Cultura para la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur Cultivando Fuegos (30-may-2015), La amenaza del castor, [archivo de video], disponible en https://www.youtube.com/watch?v=cfnBlTIBWdo
  • Miradas Curiosas (27-sep-2015), EL CONTROL DEL CASTOR EN TIERRA DEL FUEGO - Pablo Kunzle - Especie invasora en Patagonia, [archivo de video], disponible en https://www.youtube.com/watch?v=wfgbhZkbi2Y
  • Parques Nacionales de Argentina (27-oct-2014), Castor, especie exótica invasora, [archivo de video], disponible en https://www.youtube.com/watch?v=o3vgy58m62o 

martes, 18 de octubre de 2016

Base Marambio, Cambio Climático






Este excelente video está mal nombrado, al tratarse de la diversidad de trabajos realizados sobre la variación de la zona en relación al cambio climático, el estudio de los glaciares y su medición. Pero, no desarrolla temas de paleontología, sugiero como título "Base Marambio. Cambio Climático".

En los 24 minutos que dura la película hay una muy buena explicación del trabajo que se realiza en glaciología y criología por parte  de sus protagonistas:
  • Dr Rodolfo del Valle
  • Dr. Juan Manuel Lirio
  • Ing. Sebastián Marinsek
  • Dr. Eugenio Yermolín
  • Ing. Sergio Cimbaro
  • Ing. Eduardo Lauría
  • Ing. Gabriela Fernanda Lauría 
  • Ing. Diego Alejandro Piñón 
  • Jorge C Lusky
TECtv La Señal de la Ciencia (5 -nov.2014): Paleontólogos en la Antártida: Capítulo 6: Base Marambio, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=iqWzevv5UJ0


Recomiendo leer las siguientes  publicaciones de este blog relacionadas a la temática tratada en el video

Trabajo Científico en la Base Carlini, ex Jubany





TECtv La Señal de la Ciencia (5 -noviembre-2014), Paleontólogos en la Antártida- Capítulo 5: Base Carlini, [archivo de video]. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=pSV3_vhOk6E

Excelente video, que está mal nombrado. Sugiero el título "Trabajo Científico en la Base Carlini, ex Jubany". Es un relato de la variedad de trabajos sobre la biodiversidad que se realiza en la base, con entrevistas a los científicos argentinos:

Dr. Rodolfo Coria
Dra. María Eugenia Moreira
Luis Vila
Ing. Miguel Alcalde
Dr. Alejandro Nusblat
Dotación de Buzos Antárticos Base Carlini
Enfermero Victor Llampa 

jueves, 13 de octubre de 2016

Un sonido de 70 millones de años

Investigadores del CONICET descubrieron el registro más antiguo conocido hasta ahora del aparato fonador de las aves. Aquí se describen los primeros restos, de una siringa fósil de la era Mesozoica, que se conserva en tres dimensiones en un espécimen desde el Cretácico superior (hace aproximadamente 66 a 69 millones de años) de la Antártida. Este hallazgo fue publicado en la revista Nature. 


Vegavis iaai junto a los dinosaurios de la Antártida. Ilustración: Gabriel Lio.

“Era buceadora y convivía con otros animales vertebrados marinos, como los mosasaurios, tortugas marinas, plesiosaurios, un grupo de tiburones, amonites, especies del bosque Nothofagus y dinosaurios herbívoros del tamaño de un caballo”. (Novas)

Los registros fósiles muestran que las aves que se conocen hoy en día descienden de los dinosaurios. A pesar de la lejanía temporal estas especies tienen esqueletos muy similares, e incluso comparten ciertos comportamientos reproductivos, entre otros aspectos. Sin embargo, poco se sabía de los sonidos que emitían los animales prehistóricos hasta el reciente hallazgo del primer aparato fonador – llamado siringe – de 70 millones de años que llegó hasta estos días.

Vegavis iaai 
A partir de canciones complejas a simples bocinazos, pájaros producen sonidos utilizando un órgano vocal único llamado la siringe. Situado cerca del corazón en la unión traqueobronquial, cuerdas vocales o membranas unidos a anillos mineralizadas modificados vibran para producir sonido.  Componentes siringe no fueron pensados para entrar comúnmente el registro fósil, y los pocos informaron partes fosilizados de la siringe son geológicamente joven, desde el Pleistoceno y Holoceno, hace aproximadamente 2,5 millones de años hasta el presente. La siringe más antigua conocida sólo es una muestra del Eoceno que no se describen o ilustran

Por primera vez, en la Isla Vega en la Antártida Argentina, se encontraron fósiles de la especie Vegavis iaai, un animal similar al actual pato, que muestran que la compleja vocalización de las aves ya se había desarrollado a fines de la era de los dinosaurios. Este descubrimiento fue recientemente publicado en la prestigiosa revista Nature y tiene entre sus autores a varios investigadores y profesionales del CONICET.

"Si bien se han identificado restos fósiles de aves más antiguas en la China, con huesos y plumas de más de 140 millones de años, hasta el momento nunca se había descubierto el aparato fonador. Significa que el ave que habitaba la actual Isla Vega en la Antártida sí lo tenía y podía comunicarse de manera compleja con otros individuos” (Novas) 

De izquierda a derecha, los miembros del equipo investigador, Fernando Novas, Federico Agnolin, Marcelo Isasi y Daniel Martinioni,

“El hallazgo tiene importancia mundial para entender la evolución de las aves. Es clave que el Estado argentino siga apoyando a la ciencia”. (Novas)


“Es muy difícil que se conserve un fósil de un ave porque tienen huesos huecos y frágiles, una característica relacionada al vuelo. Encontrar un ave fósil es infrecuente, más aún recuperar gran parte del esqueleto y en este caso es todavía más inusual porque descubrimos parte de su anatomía blanda. Lo fascinante es que este nuevo hallazgo, aparte de los huesos, brinda información sobre la estructura y función de la siringe, la región de la tráquea que producía sonidos. Esto nos informa sobre el comportamiento de estas aves, ya que da cuenta de que hace 70 millones de años ya se comunicaban entre sí de manera compleja”, explica Fernando Novas, investigador principal del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN, CONICET) y uno de los autores del trabajo.

“Por primera vez accedemos a un ave mesozoica en este estado de conservación y, en particular, a su estructura fonadora”, subrayó el investigador del CONICET. Y agregó: “La siringe nos está hablando de sonidos, de comportamientos y de una amplia variedad de cuestiones relativas a la evolución de esta forma de comunicación por sonido. En contraposición, el resto de los fósiles de dinosaurios descubiertos hasta el momento en todo el mundo ninguno preserva esta disposición anatómica, lo que da la pauta de que no la tenían”.

Vegavis iaai era una especie de ave anseriformes que vivió en Antártida durante el Período Cretácico Superior, entre unos 65 y 70 millones de años atrás. Era de tamaño pequeño –50 cm de largo- y pesaba cerca de 1.5 Kg. Sus restos fueron descubiertos en 1992 en el Cabo Lamb de la Isla Vega y descriptos como una nueva especie en 2005 por un equipo liderado por Julia Clarke, de la Universidad de Texas, Estados Unidos. Por sus características anatómicas presenta un parecido con los somormujos, una especie de pato moderno que habita en Europa, Asia y África.




“El esqueleto se encontró en una exploración del Instituto Antártico Argentino (IAA). Luego Marcelo Isasi, profesional adjunto del CONICET, hizo un trabajo excepcional preparando el fósil, es decir, eliminando la roca para descubrir los huesos y luego viajó a la Universidad de Texas, EE. UU., donde el equipo de Julia Clarke escaneó los fósiles en un tomógrafo de alta resolución y lograron reconocer claramente los anillos que forman parte de la siringe. Ahí se abrió la posibilidad de estudiar algo que no imaginábamos que estaba preservado”, agrega Federico Agnolin, investigador en el MACN y otro de los autores.

Algunas especies, como los humanos y los vertebrados terrestres tienen una traquea que cuando llega a los pulmones se divide en los bronquios. En el caso de las aves en la bifurcación, en la base de la traquea, se desarrollan anillos mineralizados característicos con una musculatura especializada y con membranas que conectan esos anillos. Esa estructura, en conjunto, se denomina siringe. Ese acortamiento, alargamiento, modificación de las paredes, contracción y relajación de músculos forma el aparato sonoro que le permite a las aves emitir sonidos complejos.


“Dentro de la siringe, las membranas se arrugaban o estiraban, y producían el sonido. Por el tipo de siringe y por como son los demás huesos del ejemplar, estimamos que los sonidos que emitía eran parecidos a los de los patos actuales” (Novas)

La comparación de siringes Vegavis del Cretácico y Presbyornis del Eoceno de ejemplares de aves existentes que muestran la optimización de los principales rasgos presentes en el fósil y que surjan durante el origen de las aves vivas. La transición de la fuente de sonido basado en la laringe se ve en los grupos ajenos a una siringa, ubicada en el cruce traqueobronquial, se produjó dentro de Dinosauria, antes o en el origen de Aves, a diferencia de taxones afuera encuestados.

“Es la primera vez que se hace un estudio acerca de la distribución filogenética de la siringe” (Novas)

Por el parecido de la siringe encontrada del Vegavis iaai con la de los patos actuales, los investigadores sostienen que emitía graznidos que podrían haber sido parecidos a los ‘cuak cuak’ de sus parientes vivientes. Este órgano les permitía emitir sonidos complejos para hacerse oír, defender el territorio o conseguir pareja y lo utilizaban de la misma manera que las aves actuales.

Novas explica que en los hallazgos que se hicieron de dinosaurios y otras aves primitivas no quedó preservada la siringe. Al no tener un registro de la tráquea asociada con los esqueletos de los dinosaurios, es muy probable que estos animales no hayan tenido una siringe, ya que la misma es estructura mineralizada capaz de fosilizarse. Los investigadores presumen que los dinosaurios emitían sonidos pero lo hacían a la altura de la laringe como los humanos, en la parte alta cerca de la boca, y que la siringe es una especialización que se desarrolló tardíamente en la evolución de las aves.

Agnolin aclara que otro de los aspectos por los que este espécimen es un hallazgo de gran importancia biológica es porque trae luz sobre los orígenes de las aves modernas. Demuestra que hay varios grupos de aves, entre ellos los patos, que ya estaban presentes hace 70 millones de años y por lo tanto convivieron con los dinosaurios. Cuando estudiaron el Vegavis iaai vieron que el esqueleto tenía características de un animal buceador y que podía tolerar gran tiempo bajo el agua, lo cual indica que ya estaba adaptado para vivir en este medio.

“En el Laboratorio de Anatomía Comparada del MACN desde hace varios años estamos investigando la evolución de los dinosaurios desde sus orígenes hasta la aparición de los dinosaurios voladores: las aves. Hemos contribuido con hallazgos de varios “eslabones perdidos” entre dinosaurios y aves, y hemos aportado interpretaciones novedosas acerca de la adquisición del vuelo. Este trabajo viene a coronar los esfuerzos que estuvimos realizando en cooperación con personal del IAA en búsqueda de las evidencias de la evolución de los dinosaurios en la Antártida”, concluye Novas.



Fuentes consultadas

Alicia Andechaga

martes, 11 de octubre de 2016

Contaminación en aguas - arsénico


Una forma económica de filtrar arsénico

Argentina posee altos niveles de arsénico en sus napas subterráneas lo que implica un peligro para la salud de buena parte de la población. Un estudio reciente propone un método más barato, simple y eficaz que los utilizados hasta ahora para extraer este veneno del agua. Se basa en la aplicación de sustancias presentes en las tierras rojas de Misiones y Formosa.

Las investigadoras trabajan con concentraciones muy altas de arsénico, de 40 partes por millón. El límite permitido por el código alimentario es de 10 partes por billón. “Utilizando 100 miligramos de óxidos de hierro, y regulando las condiciones de pH y temperatura, tenemos una remoción de alrededor del 80%”, explican.

El arsénico es una de las diez sustancias químicas consideradas por la OMS como más preocupantes para la salud pública, y reconocida como cancerígeno por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC). Es que la exposición prolongada a este metaloide, en especial, a través del consumo de agua contaminada, puede causar una intoxicación crónica, cuyos efectos más característicos son las lesiones cutáneas y el cáncer de piel, aunque también puede causar cáncer de vejiga y de pulmón.

La Argentina se encuentra entre los países con más altos niveles de arsénico en las aguas subterráneas, junto con Bangladesh, Chile, China, la India, México y los Estados Unidos. En efecto, unos cuatro millones de argentinos pueden estar en riesgo, en especial, teniendo en cuenta que nuestro país posee uno de los acuíferos más grandes del mundo. Es que la fuente principal de este compuesto son las cenizas de las erupciones volcánicas, que se van depositando en el suelo y pueden entrar en contacto con las napas de agua. Por ello, existen diversas investigaciones destinadas a desarrollar métodos efectivos y económicos para quitar ese contaminante de las aguas afectadas.

“Se sabe que los óxidos de hierro regulan la presencia de arsénico en los medios naturales, y estamos estudiando la forma de emplear estos óxidos como agentes remediadores de arsénico. En particular, analizamos cómo una sustitución parcial de hierro por otros iones metálicos, mejora su capacidad de remediador de arsénico”, afirma Elsa Sileo, investigadora del INQUIMAE, en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

“Al sustituir parcialmente el hierro de los óxidos por otros iones metálicos, se modifican sus propiedades y, en algunos casos, se obtienen productos con propiedades de remediación mejoradas”, señala Ana Tufo, primera autora del trabajo publicado en Environmental Chemistry, que también firma María dos Santos, profesora en la misma facultad (Exactas UBA).

Esta investigación tiene interés porque, si bien se analizan las propiedades de remediación de óxidos sintéticos, los resultados permiten, además, esclarecer el papel que desempeñan los óxidos de hierro naturales, ya que estos, generalmente, también se encuentran sustituidos.

Debido a que uno de los óxidos de hierro más comunes en la naturaleza es la goetita, las investigadoras sintetizaron en el laboratorio diversas goetitas sustituidas parcialmente con aluminio. “Una vez obtenido el óxido final, se caracterizan sus propiedades para determinar su capacidad de adsorción del arsénico”, comenta Sileo.

En los medios naturales, la generación de un óxido de hierro se realiza en presencia de otros iones metálicos. “Es raro encontrar óxidos que sean ciento por ciento puros, y los óxidos sustituidos, sintetizados, se acercan más a lo que sucede en la naturaleza”, subraya dos Santos.

En general, en el laboratorio se procura que el producto de la síntesis sea un sólido con partículas de tamaño pequeño. De este modo, se obtiene una mayor área de superficie que permite alcanzar una mayor capacidad de remoción. “El polvo se coloca en el agua con arsénico, y puede ser retirado de diferentes formas, por ejemplo, por filtración”, explica Ana Tufo, y agrega: “Se puede hacer pasar el agua contaminada por una columna donde se encuentran los óxidos en suspensión, y luego hacerla pasar por un filtro, de modo que el agua que sale ya perdió la mayor parte del arsénico”.

Menos es mejor

Las investigadoras trabajan con concentraciones muy altas de arsénico, de 40 partes por millón. El límite permitido por el código alimentario es de 10 partes por billón. “Utilizando 100 miligramos de óxidos de hierro, y regulando las condiciones de pH y temperatura, tenemos una remoción de alrededor del 80%”, explica Tufo. Los recipientes empleados en las pruebas tienen 100 mililitros de capacidad

Elsa Sileo, Ana Tufo y María dos Santos. 
Foto: Diana Martínez Llaser. 
Exactas-Comunicación.
Los óxidos en cuestión fueron sintetizados con diferentes proporciones de aluminio, y se probó el comportamiento de cada uno de ellos. “Lo llamativo fue que probamos una muestra pura, sin aluminio, y luego con diferentes cantidades de este metal, y encontramos que, con una pequeña incorporación de aluminio a la estructura del óxido de hierro, la capacidad de remoción de arsénico es mejor que cuando la proporción de aluminio es más alta”, especifica Tufo, y prosigue: “Una pequeña cantidad de aluminio modifica de forma tal la superficie que hace que ésta sea más reactiva frente al arsénico”.

Los óxidos de hierro forman parte de los suelos y de las rocas. En particular, “las tierras rojas, por ejemplo las de las provincias de Formosa y Misiones, poseen un 30% de óxidos de aluminio”, describe dos Santos. En esas regiones, se produce una remediación natural de las aguas con arsénico. Pero en otras zonas del país, como por ejemplo Córdoba o la provincia de Buenos Aires, cuyas aguas contienen arsénico, el suelo posee un contenido mucho menor de óxidos de hierro. “Esas aguas no tienen remediación natural al mismo grado que los suelos con alto contenido de hierro”, dice dos Santos. En esas condiciones, si se quiere remediar el agua, estos óxidos de hierro sustituidos con aluminio podrían convertirse en una forma sencilla y económica de hacerlo.

Actualmente, se emplean algunos materiales fotoconductores que requieren ciertas condiciones, por ejemplo, la incidencia de la luz. “La ventaja de nuestro material es que se trata de un proceso de remediación más simple, y se puede preparar fácilmente”, destaca Sileo, y prosigue: “En el laboratorio testeamos que sea barato, que sea buen adsorbente y que sea estable, es decir, que no se disuelva. Y, además, que pueda extraerse fácilmente del agua”.

Entrevista  a ANA TUFO
Entrevista a Elsa Sileo y María Dos Santo


Fuente 

Gallardo, S (11-oct-2016), "Una forma económica de filtrar arsénico", nexciencia.exactas.uba.ar, disponible en http://nexciencia.exactas.uba.ar/arsenico-agua-hidroarsenicismo-contaminacion-remdiacion-oxido-hierro-aluminio-maria-dos-santos-afonso-elsa-sileo-ana-tufo

Notas relacionadas del blog 

lunes, 10 de octubre de 2016

Guardaparques en la Antártida


Argentina fue el primer país del mundo en instalarse en el sector antártico y es el único con más de 100 años de presencia ininterrumpida. La Administración de Parques Nacionales está ligada a esta historia de dos formas, la primera es compartir un “mentor” en común. Fue el Perito Don Francisco Pascasio Moreno quien a fines de 1903, luego de insistir en la importancia científica y política de instalar un observatorio meteorológico y geomagnético en la Isla Laurie del archipiélago de las Islas Orcadas del Sur, logró que se firmara un decreto a partir del cual se creó el “Observatorio Meteorológico y Geomagnético de las Islas Orcadas del Sur” y se envió a la primera dotación argentina, que tomó posesión del Observatorio el 22 de febrero de 1904.

Por otro lado, a partir un convenio firmado con la Dirección Nacional del Antártico, desde el año 1990, ininterrumpidamente la Administración de Parques Nacionales realiza la selección de Guardaparques mediante concurso de antecedentes para participar en las campañas de verano e invernada en las Bases Antárticas Orcadas, Carlini (ex Jubany)y Esperanza. Es así que Argentina se convirtió en el primer país del mundo en enviar Guardaparques sistemáticamente al área de conservación internacional mas importante del mundo.



Tareas que se desarrollan

El trabajo de los guardaparques consiste en recolectar muestras biológicas en el terreno, realizar censos sistemáticos de las poblaciones de las aves y los mamíferos que anualmente arriban al continente.

Entre los meses de agosto y mayo se concentran la mayoría de los trabajos de campo. Por ejemplo, anualmente se pesan en cada base 1600 pingüinos adelia y barbijo entre adultos y pichones al comienzo y al final de la temporada de reproducción. Se obtienen muestras de contenido estomacal para determinar variaciones en la dieta, que comparadas con muestras de años anteriores, permiten detectar cambios en las poblaciones de Krill. 

Por medio de conteo de nidos e individuos en sectores de las pingüineras, marcadas desde el año 1988, se pueden establecer tendencias poblacionales de estas especies y compararlas con resultados de otras bases argentinas o de otros miembros de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos.

Uno de los trabajos más interesantes es el que se realiza con la focas de weddel de la cual se toman muestras de sangre y leche de durante la época de parición y lactancia, entre agosto y noviembre. Para ello deben desplazarse con esquíes de travesía por el mar congelado y detectar los agujeros por donde salen a respirar.

Semanalmente, durante todo el año, realizan censos de aves voladoras y mamíferos.

El volumen de muestras y la cantidad de datos acumulados durante el año, hacen que se ocupen algunas horas del día para procesar, envasar y congelar las muestras y asentar los datos en planillas.

Con respecto a los trabajos de geofísica, se concentran en actividades de gabinete. Estos consisten en controlar diariamente el normal funcionamiento de los equipos y realizar copias de seguridad de los datos periódicamente. 



Desde el gabinete de geofísica se registran los datos del sismógrafo perteneciente al Instituto de Oceanografía y Geofísica Experimentalta (OGS) de Trieste, Italia, y del receptor del sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Memphis, Estados Unidos. Estos organismos extranjeros tienen convenios con el Instituto Antártico y realizan estudios similares en otras bases argentinas. 

La estación sismológica forma parte de una red mundial y la OGS, a través de convenios con la Dirección Nacional del Antártico y el CONICET, opera estaciones similares en las Bases Carlini y Esperanza, en el Parque Nacional Tierra del Fuego y en Río Grande, Tierra del Fuego. 

El análisis de los datos obtenidos sirve para interpretar detalles de la dinámica de la tectónica de placas, que originan los movimientos sísmicos. El proyecto de geodesia, también relacionado al movimiento de las placas continentales, apunta a medir en forma muy precisa la deriva, por llamarlo de una forma simple, a la que está sometida la Isla Laurie y todo el archipiélago de las Orcadas. También funcionan estaciones en la Base Carlini y en el Parque Nacional Lihué Calel, en La Pampa.

Normalmente, la operación de estos equipos no presenta mayores dificultades, salvo inconvenientes técnicos ocasionados por las rigurosas condiciones ambientales, como el congelamiento del receptor de GPS ubicado en el filo del Co. Mossman por temperaturas inferiores a lo habitual, como en el año 2003 que en junio la temperatura descendió a -34ºc y la sensación térmica rondó los -72ºc, o el sismo de 7,5 puntos en la escala de Richter ocurrido el 4 de agosto del mismo año. Este tipo de acontecimientos generan que los instrumentos y sus alojamientos deban ser controlados o reprogramados en el terreno.

Todas las planillas donde se registran los datos, las muestras biológicas y los discos compactos con la información sismológica y geodésica, son entregados a los investigadores del Instituto Antártico Argentino al regreso de la campaña, quienes analizan las muestras junto a los datos de los trabajos de campo y elaboran los informes que luego son publicados, compartidos con otros organismos nacionales o extranjeros y finalmente son presentados en reuniones científicas internacionales, cerrando así un trabajo en conjunto.

Fuente
Administración de Parques Nacionales, Argentina, "Guardaparques en la Antártida", disponible en 
http://www.parquesnacionales.gob.ar/institucional/guardaparques-en-la-antartida/ 

Tutorial para navegar en la página web FUNDACIÓN MARAMBIO

Muchas veces encontramos una página web que posee buena información, pero tiene  un  mal diseño, y es necesario  ayudar a los alumnos a navegar en ella.

Este es el caso de la página de la Fundación Marambio.



Fundación Marambio: http://www.marambio.aq/ 

domingo, 9 de octubre de 2016

Ballena Franca Austral: Para protegerla de su extinción, Argentina la declaró Monumento Natural Nacional

"De las especies actuales de ballenas, la franca es la que más cerca de la extinción ha llegado. Tras haber casi exterminado, durante los siglos XVIII y XIX, a las poblaciones de la ballena franca septentrional (especie afín del Hemisferio Norte) las flotas balleneras se dirigieron hacia los mares australes, dedicándose a cazar a la ballena franca austral. Se calcula que al inicio de la matanza vivían unos 100 mil ejemplares, número que se redujo drásticamente, al punto que en la actualidad se estima en unos 7 mil ejemplares. El hecho de que las hembras tienen una cría cada tres años, explica en parte, la lenta recuperación de sus poblaciones. Hoy existen otras amenazas para esta especie: la contaminación en los mares y océanos y las infracciones que puedan cometer las embarcaciones que se dedican a la práctica turística del avistaje de ballenas. Para protegerla de su extinción, nuestro país la declaró Monumento Natural Nacional en 1984." (Administración de Parques Nacionales Argentina)


Pero esa medida, muy importante y necesaria, ¿fue suficiente? ¿se logró proteger a la ballena?

Los invito a leer la nota que fue publicada en NEXCIENCIA.EXACTAS.UBA.AR y posteriormente mirar con mucha atención el video LAS BALLENAS FRANCAS AUSTRALES DE ARGENTINA



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Basura: el plato del día de la gaviota cocinera
Pájaro que comió…

Los desechos siguen siendo un problema que precisa una solución. En la Patagonia, los basurales a cielo abierto y los descartes pesqueros son alimento de fácil disponibilidad para la gaviota cocinera. Este recurso parecería estar asociado con el aumento poblacional de la especie, que se ha observado en los últimos años, lo cual traería aparejados diversos problemas para el hombre y el ambiente.

La gaviota cocinera es un ave que tiene la posibilidad de comer una gran variedad de alimentos. Tiene la capacidad, como los humanos, de comer de todo y adaptarse a cualquier ambiente. Es lo que en ecología se denomina especie generalista.  Foto: John Haslam.
En nuestro país se generan más de 14 millones de toneladas de basura al año. En general, toda esa enorme cantidad de residuos urbanos es acumulada en rellenos sanitarios y, en el peor de los casos, en basurales a cielo abierto. Muchas son las palabras que se han escrito acerca del impacto que genera la basura en el ambiente: contaminación de aguas subterráneas, empobrecimiento del suelo, foco de enfermedades, generación de olores y pérdida de la belleza del paisaje.

Sin embargo, la acumulación de basura puede traer problemas quizás impensados e impactar directamente sobre el normal funcionamiento del ecosistema. Este es el caso de la llamada gaviota cocinera (Larus dominicanus) en la costa patagónica, cuya población ha ido en aumento en las dos últimas décadas. “Se cree que en mayor medida el crecimiento poblacional se debe a la disponibilidad de alimento que encuentran en los basurales pesqueros y urbanos de la región”, comenta el doctor Pablo Yorio, investigador principal del CONICET en el Centro Nacional Patagónico (CENPAT). El problema está en que la interacción de esta especie con el hombre puede traer aparejados inconvenientes tales como transmisión de enfermedades e incluso afectar a otras especies de la región

Residuos en la costa patagónica

Al ingresar a Puerto Madryn, el paisaje habla por sí mismo. A la vista: un enorme basural a cielo abierto donde se deposita la mayoría de los residuos urbanos de la región. En esta localidad turística de la Argentina, según datos de la Secretaría de Turismo, arriban desde hace varios años alrededor de 100 mil personas en cada temporada, duplicando la población estable. Y con esa enorme cantidad de turistas vienen también, inevitablemente, sus residuos…

Los basurales (que aumentaron por el crecimiento de la población en la costa de Chubut), sumados a los residuos de la actividad pesquera, quedan a disposición de las aves que pueden aprovecharlos como alimento. Foto: www.prensa.argentina.ar

La basura no solo aumenta por el crecimiento de la población sino también a causa de una de las actividades económicas más importantes de la región: la pesca. A lo largo de la costa patagónica existen más de treinta plantas de tratamiento que arrojan los descartes pesqueros junto con los residuos urbanos o los depositan en otras zonas a cielo abierto. Estos desechos, además de su impacto sobre el ambiente –como la contaminación de las aguas, la tierra y el aire– quedan a disposición de las aves, que los aprovechan como alimento.

Tenedor libre

“Amanecía, y el nuevo sol pintaba de oro las ondas de un mar tranquilo. Chapoteaba un pesquero a un kilómetro de la costa cuando, de pronto, rasgó el aire la voz llamando a la Bandada de la Comida y una multitud de mil gaviotas se aglomeró para regatear y luchar por cada pizca de alimento.” Así comienza el famoso libro Juan Salvador Gaviota del escritor norteamericano Richard Bach. Un escenario muy similar es posible encontrar en la costa del Atlántico donde habita la gaviota cocinera junto a otras aves marinas. El grupo de investigación dirigido por Pablo Yorio ha dedicado mucho trabajo a estudiar la ecología de la gaviota cocinera, entre otras razones, por su abundancia. “Esta especie está ampliamente distribuida, llega a ocupar hasta 5000 kilómetros de costa, desde la provincia de Buenos Aires hasta la Antártida, y es la más abundante en comparación con el resto de las especies de gaviotas”, comenta Yorio.

La gaviota cocinera, tal como lo propone su nombre, es un ave que tiene la posibilidad de comer una gran variedad de alimentos. A diferencia de otros animales que sobreviven con un solo tipo de vianda, la gaviota tiene la capacidad, como los humanos, de comer de todo y adaptarse a cualquier ambiente. En ecología se dice que la especie es generalista, porque consume diversos tipos de alimentos, y oportunista, porque puede adaptarse y sobrevivir en diversos ambientes.

Esa estrategia alimentaria ha permitido que la gaviota incursione en fuentes de alimento que son proporcionadas por el hombre. Y cuando se habla de que pueden comer de todo es porque, también, pueden comer basura. “No todas las especies de aves marinas pueden alimentarse de los residuos urbanos. Hay una cantidad un poco mayor de aves marinas que aprovechan los residuos pesqueros, pero la gaviota cocinera, por sus características de ecología alimentaria, es una de las que más lo hace”, aclara Yorio.

Por otro lado, el investigador agrega: “Si el alimento es uno de los factores reguladores primarios para muchos organismos animales y en las aves marinas es uno de los factores de regulación poblacional por excelencia, es esperable que, si la especie pasa a tener una gran cantidad de alimento disponible, que no solo es abundante sino que además es predecible en tiempo y espacio, eso vaya a repercutir a nivel demográfico”. Según explica, las fuentes de alimento que proporciona el hombre son de fácil acceso para las gaviotas tanto porque su ubicación es siempre la misma como porque siempre están presentes.

Además, en el caso particular de los residuos que produce la pesca, se trata de recursos alimenticios que en condiciones naturales no están disponibles para esta especie. En el mar, la gaviota se alimenta principalmente de peces, crustáceos y moluscos, que se encuentran en la superficie, mientras que los residuos pesqueros de la mayor parte de las flotas que operan en la Patagonia son descartes de merluza, un pez que habita en las profundidades.

De esta forma, la gaviota tiene a su disposición una gran cantidad de recursos. Esta situación permite que mejore la condición física y la supervivencia anual de los individuos y que aquellos más jóvenes –con poca experiencia en la búsqueda de comida– tengan comida gratis. “La hipótesis subyacente es que este alimento está sustentando el crecimiento poblacional. De hecho, los sectores que muestran un claro crecimiento sostenido son los que están asociados a los caladeros de pesca de arrastre más importantes en Patagonia, en el golfo San Matías, en Río Negro, y en el norte del golfo de San Jorge, en Chubut”, explica el investigador.

Muchas gaviotas, ¿y qué?

La facilidad de estas aves de utilizar la basura y los descartes pesqueros como alimento además de otras fuentes generadas por los seres humanos (las aguas servidas, el alimento balanceado, los recursos asociados a la agricultura), da como resultado que las gaviotas entren en contacto con el hombre. “La cercanía a las ciudades tiene dos consecuencias inmediatas”, añade Yorio.

Uno de los potenciales problemas que puede traer la gaviota cocinera en su relación con el hombre es que, dado que utilizan los basurales urbanos a cielo abierto que se encuentran en las ciudades, los aeropuertos que se hallan en ellas terminan recibiendo el efecto colateral. La presencia de aves en las cercanías de aeropuertos constituye un riesgo en todo el mundo, denominado peligro aviario, ya que pueden colisionar con los aviones y provocar incidentes en el normal funcionamiento de la operación aeronáutica. En el caso de las gaviotas, como explica el investigador, no es un problema serio como lo es con otras aves en el mundo, pero se han registrado problemas en varios aeropuertos del cono sur. “En la Argentina hay casos en Río Negro y Chubut y, por lo tanto, dentro de lo que es el manejo del aeropuerto, las autoridades deben hacer un monitoreo de las poblaciones circundantes”, completa Yorio.

El otro problema es que, al estar en contacto con residuos o fuentes de contaminación, pueden transformarse en vectores de patógenos. Se ha demostrado que la gaviota cocinera puede llevar consigo una cantidad amplia de bacterias, entre las cuales hay algunas peligrosas para el ser humano, como la Salmonella. De esta forma pueden representar un riesgo de transmisión de enfermedades e incluso contaminar cultivos de maricultura, lo cual genera un riesgo potencial no solo a la salud humana sino que también produce un impacto sobre las principales actividades económicas de la región.

Ballenas y gaviotas, en conflicto

Entre los apremios que pueden traer las aves para el hombre hay uno que es particular de la gaviota cocinera y del que se ha estado discutiendo arduamente en los últimos años. Este problema es la relación de depredación que se ha establecido entre las gaviotas y la ballena franca austral (Eubalaena australis).

Si bien aún no se sabe con certeza si el ataque de las gaviotas podría traer problemas graves a las ballenas como comprometer su salud, crecimiento (en el caso de las crías) y su supervivencia, se ha demostrado que afecta su comportamiento. Foto: Julia R Tappa Palandri/Flickr.

“Antes de la década de los setenta, la interacción entre las dos especies era la propia de un carroñero que se alimentaba de otra especie animal, ya que las gaviotas comían restos de ballenas muertas, además de alimentarse de otras presas habituales. Sin embargo, a partir de la década de los setenta, algunas gaviotas comenzaron a alimentarse de la piel y la grasa de ballenas vivas causándoles lesiones y transformando la relación en parásita”, comenta la bióloga Carina Marón, miembro del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) quien ha trabajado directamente en el tema en cuestión.

Ambos investigadores concuerdan en que el ataque de las gaviotas hacia las ballenas tiene un impacto sobre la sensibilidad de la comunidad y los turistas que “no desean observar” cómo las ballenas, el atractivo principal de la región, son molestadas por el incesante picoteo de las gaviotas.

No obstante, ambas especies son nativas y el aprendizaje del comportamiento ha surgido naturalmente. Se cree que esta relación parasitaria ha ido en aumento en parte por el crecimiento en número de las gaviotas. “Cuando hay más, existen más chances de que un mayor número aprenda el comportamiento de ataque”, opina Marón. Sin embargo, según aclara Yorio: “No hay una clara relación entre el número de individuos y la intensidad del problema sino que es la lógica la que indica que, a mayor número, mayor intensidad, pero esa hipótesis no está demostrada”.

Por otro lado, si bien aún no se sabe con certeza si el ataque de las gaviotas podría traer problemas graves a las ballenas –como comprometer su salud, crecimiento (en el caso de las crías) y la supervivencia–, se ha demostrado que afecta su comportamiento. Estos animales gigantes y carismáticos responden a los ataques escondiéndose bajo el agua o aumentando la velocidad de natación para evitar los acosos. Así, además de modificarse la actividad normal de las ballenas, disminuye su interacción con los observadores y los turistas. Por ello, Yorio considera que, en el caso de la relación entre la gaviota cocinera y la ballena, se generó una situación que pasó a un rango de problema social.

Posibles soluciones

Como en cualquier conflicto, para proponer una adecuada solución, primero se debe conocer bien el problema. Así lo propone el investigador Pablo Yorio quien, junto a su grupo, se dedica a estudiar las variaciones demográficas de la gaviota cocinera y a entender cuánto del crecimiento poblacional que se observa se debe a causas humanas.

Por su parte, Carina Marón propone seguir estudiando la frecuencia de ataques de las gaviotas a las ballenas como fuente de información para poder encontrar soluciones. Finalmente, ambos están de acuerdo en que la reducción de los basurales a cielo abierto y el mejor tratamiento de los residuos pesqueros, a pesar de tener efectos a largo plazo, representan una solución multipropósito.

Una relación difícil

La investigadora Ana Fazio y su grupo de trabajo del CENPAT-CONICET se embarcaron durante tres años desde Puerto Pirámides para realizar avistajes con el fin de estudiar la interacción entre las gaviotas y las ballenas.

“El principal factor que influye es la edad de la ballena. Porque vemos que las más atacadas son las crías”, señala Fazio. Lo que ocurre es que las crías crecen de tamaño rápidamente y la consecuencia es que están todo el tiempo mudando de piel. Este hecho sumado a que la piel es más fina y débil que la de los adultos convierte a las crías en un blanco más fácil para las gaviotas.

“Otro factor que también afecta la frecuencia de los ataques es el viento”, agrega Fazio y prosigue: “La Patagonia es muy ventosa y las gaviotas son excelentes planeadoras por lo que pueden aprovechar el viento de manera extraordinaria. Están arriba de la ballena y, cuando esta sube a la superficie a respirar, hacen un ataque y vuelven a subir y se quedan ahí justo arriba de la ballena como si fuesen un helicóptero, pero sin gastar nada de energía. Mientras que los días que no hay viento, no tienen ese sustento que le genera el viento para volar y entonces la gaviota tiene que estar aleteando, gastando energía. Lo que pudimos ver nosotros es que en los días en los que no hay viento la cantidad de ataques es menor, ínfimo, mientras que en los días de vientos mayores, sin que sean huracanados, los ataques de las gaviotas son mayores”.

Por último, también influye la época del año. Los investigadores encontraron que existe un pico de ataques entre los meses de julio, agosto y septiembre, lo cual coincide con el mayor número de ballenas y gaviotas en el golfo.

Fuente:
Coalova, I (16-nov-2015), Pájaro que comió..., nexciencia.exactas.uba.ar , disponible en 




Cópula de ballenas Franca Austral
(https://www.youtube.com/watch?v=BhcudpErH6E)



Para saber más de la ballena recomiendo leer los siguientes enlaces

lunes, 3 de octubre de 2016

Ubi concordia, ibi victoria. En la unión, está la victoria, BASE SAN MARTÍN

En esta publicación se compartirá un video que llega desde la Base San Martín, y fue obtenido en la Red Social Facebook . Gracias a las tecnologías actuales, que nos acerca a la Antártida, podemos acceder del material digital. Este, ha sido recientemente editado por Hernán Rodríguez, quien forma parte de la dotación que actualmente se encuentra en el Continente Blanco (CAI 2016).

Durante 2:45 minutos el corto invita a ver la ubicación de la base, y además, la distancia que hay con otros puntos geográficos. Asimismo, de una forma amena, se puede abordar la dimensión del territorio argentino.




Ubi concordia, ibi victoria. En la unión, está la victoria, BASE SAN MARTÍN, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=B18ltSsWcao


Entrada del blog relacionada para ampliar la información

sábado, 17 de septiembre de 2016

Super Film hecho con yerba


Científicos de Argentina y Venezuela elaboraron un film protector de alimentos que no sólo retrasa el deterioro del producto sino que además es muy amigable con el medio ambiente pues en contacto con el suelo desaparece en dos semanas por degradación. Y también puede ser comestible.

Parecido a simple vista a cualquier envoltorio usado en la cocina y con una textura similar a la del plástico, este film protector puede ser comestible al estar compuesto por productos naturales y nutritivos. Foto: Diana Martinez Llaser.


Además de utilizarla para el mate, ahora científicos de la Argentina y Venezuela lograron emplear la yerba para hacer un film que promete ser fuera de serie. Se trata de un envoltorio de alimentos que no sólo los protege de golpes, sino que retrasa el deterioro del producto al demorar su oxidación. Puede ser comestible, y resulta muy amigable con el medio ambiente porque desaparece en menos de dos semanas de la faz de la Tierra, más rápido que otros productos también hechos de componentes vegetales.

“Es un film transparente formado por gel de almidón de mandioca y extracto de yerba mate, que le da una leve tonalidad que filtra en parte la luz; y tiene una permeabilidad tal que hace que el alimento no intercambie de manera tan fácil la humedad y el oxígeno del ambiente que afecta mucho a la oxidación y al deterioro del producto”, describe Lucía Famá, desde el Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

Parecido a simple vista a cualquier envoltorio usado en la cocina y con una textura similar a la del plástico, este film protector puede ser comestible al estar compuesto por productos naturales y nutritivos. En caso de desecharlo, no estará mucho tiempo formando parte de las toneladas de basura que contaminan al planeta.

El extracto de yerba mate “dio lugar a una degradación más rápida de las películas en abono vegetal, asegurando prácticamente su biodegradabilidad completa antes de las dos semanas”, subraya la investigación publicada recientemente en Carbohydrate Polymers por Carolina Medina Jaramillo, Tommy Gutiérrez, Silvia Goyanes, Celina Bernal y Lucía Famá.


¡Ya está!

Desde hace tiempo, el equipo estaba interesado en hacer envoltorios para verdaderos problemas. Se trata de alimentos perecederos que, al cabo de un tiempo, pierden su aspecto atractivo y, lo que es peor, pueden resultar peligrosos para la salud al descomponerse. Dos dificultades que resultaban un desafío a sortear: ¿Cómo evitar el deterioro y, a su vez, mejorar sus virtudes?

Lucía Famá
“En particular, la yerba mate nos llamó la atención porque son bien conocidas sus características de prevenir la oxidación, es decir, ser antioxidante; y aparte tiene nutrientes”, relata Famá, directora de tesis de Medina Jaramillo, quien próximamente defenderá su trabajo sobre este desarrollo. “Cuando esta película fue evaluada demostró tener propiedades antioxidantes y otras como alta flexibilidad, que servía también para hacer un film que permitiera cubrir un alimento”, agrega.

Antes de iniciar las pruebas, “estábamos muy entusiasmados -comenta- porque suponíamos que podía funcionar. La yerba mate cumplía con todas las condiciones que buscábamos y cuando vimos que el efecto antioxidante seguía cuando se colocaba en la película, dijimos: ¡Ya está!”. La alegría continuó. “Cuando además observamos que se podía sellar, contener el alimento y podría servir para mejorar el producto fue una gran noticia”, agrega.

Los estudios prosiguen. Actualmente Medina Jaramillo se encuentra haciendo nuevas pruebas sobre la capacidad antioxidante de la yerba. Ya se ha demostrado que “la yerba no transfiere su gusto al producto que ayuda a envolver porque es usada en muy bajas concentraciones, diluido con agua”, explica Famá, del Departamento de Física, de Exactas UBA que participó del estudio junto con la Facultad de Ingeniería de la UBA.

A escala

Totalmente biodegradable, con características de flexibilidad y antioxidantes que retrasa el deterioro del producto por el paso del tiempo, este envoltorio además se puede comer. “A la hora de hacerlo comestible, como este envoltorio pasa de mano en mano debe colocarse otra película para aislarlo”, aclara.

Con una película en sus manos que muestra características auspiciosas, el equipo en este momento está trabajando en cómo lograr hacer los números para que su producción en serie logre alcanzar el mercado. Ya han hecho los cálculos del costo. “Sabemos qué lleva, cuánto lleva, cuánto se gasta en energía, etc. Un rollo de 40 centímetros de ancho por un metro de largo sale 17 pesos hecho de modo artesanal, la idea es abaratar los costos haciendo una producción a gran escala”, indica.

Rollos de cocina como los habituales que se usan para el hogar, y también envoltorios para industrias dedicadas a los envases de alimentos son dos de las posibilidades estudiadas. “La frutilla –ejemplifica- se oxida rápidamente. Bolsas selladoras al vacío para colocar procesados de pulpa de este fruto -que se usa en tragos- es una opción posible”.

Las alternativas son muchas. Y los científicos tuvieron en cuenta un elemento clave. “La idea es que la industria de envases utilice sus mismas maquinarias, y metodología existente para poder producir estos envoltorios. Sólo debe reemplazar los insumos que hoy usa, por los nuestros. Estamos estudiando para poder hacerlo a escala industrial”, concluye

Fuente
Draghi, Cecilia (14-sept-2016), Super Film hecho con yerba, NexCiencia.exactas.ubar.ar, obtenido en http://nexciencia.exactas.uba.ar/film-envoltorio-protector-alimentos-hecho-con-yerba-biomateriales-lucia-fama-carolina-medina-jaramillo